miércoles, 3 de junio de 2009

Plantas hidrofitas

Este trabajo lo relice junto a Tamara Saavedra para la universidad central 2009.

Presentación

En este trabajo presentaremos un tipo de planta vascular acuática llamada hidrófita, la cual posee estructuras para la vida en ambientes semi o totalmente acuáticos.


Objetivo


A través de este trabajo pretendemos realizar una compilación bibliográfica, con respecto a la estructura, distribución y abundancia de las plantas denominadas hidrófitas.


Plantas acuáticas

“Las plantas acuáticas constituyen la flora hidrófila que crece en humedales, especialmente dulceacuícolas, conformando el eslabón inicial de varias cadenas tróficas y sirviendo de lugar de refugio, alimentación y anidamiento de numerosos animales, especialmente aves. Estas plantas no son algas, sino que pertenecen al reino vegetal; es decir, la mayoría de ellas presentan un cormo con raíz, tallo y hojas, como cuerpo vegetativo y flor, frutos y semillas como cuerpo reproductivo. Se trata de plantas superiores con flores, que escogieron como lugar de vida los humedales” (Ramírez & San Martín 2008).

Si bien las plantas briofitas y vasculares, tienen como ancestro en común las algas verdes (clorofilas), se separaron en dos especies distintas hace ya aproximadamente 430 millones de años, en el primer grupo se incluyeron musgos y hepáticas, y en el segundo helechos, coníferas y plantas con flor.
“Se trata de plantas que volvieron al hábitat primitivo, el agua, del cual evolucionaron las plantas terrestres. Esta vuelta al medio original se produjo en los comienzos de la evolución de las angiospermas, por lo que varios grupos primitivos tienen representantes acuáticos. El nexo que une a todas las plantas acuáticas y palustres es únicamente el hábitat que ocupan, es decir, el agua”. (Ramírez & San Martín).
“Las primeras plantas vasculares fueron muy simples en estructura pero presentaban sistemas de conducción eficientes, las briófitas en cambio no cuentan con este sistema, sin embargo no es claro si en algún momento de su evolución lo presentaron” (Mazzeo 2006), los tejidos de conducción incluyen el xilema, encargado del transporte de agua y sales minerales, y el floema especializado en el transporte de moléculas del metabolismo vegetal. La mayoría de las plantas se encuentran protegidas de la desecación en el medio terrestre, gracias a la cutícula y la capa externa de cutina. La cutícula que cubre la superficie externa de las plantas es relativamente impermeable al agua. Sin embargo, esta barrera impermeable impide la entrada de dióxido decarbono, este problema es resuelto por la presencia de un órgano especializado en hojas y tallos denominado estoma.
“Durante todo el proceso evolutivo, algunos helechos y angiospermas, principalmente especies herbáceas, conquistaron el medio acuático, incluyendo en etapas posteriores el ambiente marino. Las plantas acuáticas han sido muy exitosas en colonizar aguas quietas o corrientes, dulces, salobres y saladas en todas las zonas climáticas” (Mazzeo, 2006).
Claro esta que las estructuras que poseían en un comienzo se diferenciaron completamente con el tiempo, basta con fijarse que algunas de estas especies viven y se reproducen completa o parcialmente sumergidos, presentando solo algunos vestigios de su pasado terrestre como una delgada cutícula, estomas que no funcionales y elementos del xilema pobremente convertido en madera. No obstante, las plantas acuáticas no retornaron a mecanismos de reproducción por medio de gametos masculinos móviles (ciliados).
La mayoría de las especies, aunque se desarrollen completamente sumergidas en el agua, desarrollan flores que alcanzan la superficie del agua que son polinizadas por insectos o por el viento. En aquellas especies más evolucionadas y en las que tiene lugar la polinización en el propio medio acuático, conservan la presencia del tubo polínico. “Existen tendencias claras del reemplazo de la alogamia por la autogamia y de la reproducción sexual por mecanismos de propagación vegetativa” (Mazzeo 2006).

El cuerpo vegetativo presenta un conjunto importante de modificaciones estructurales, la mayoría de los cuales tiene un claro sentido adaptativo. Además, presentan una gran plasticidad fenotípica lo cual crea serios problemas a los taxónomos. En algunas especies la reducción vegetativa es tan extrema que es imposible distinguir tallo, raíz y hoja.”(Mazzeo 2006).

Durante la recopilación de informaron en torno al tema de las hidrófita, pudimos apreciar que estos se dividían en dos grandes grupos, los primeros definan a las hidrófitas como sinónimo de plantas acuáticas o macrófitas y los segundos, hacían referencia a las hidrófitas como parte de la familia de las plantas acuáticas.
Las plantas acuáticas vasculares pueden ser descritas por varios términos técnicos, tales como traqueófitas acuáticas o cormófitos acuáticos. En la literatura contemporánea los ecólogos han favorecido el uso de macrófitas acuáticas que no tiene un sentido taxonómico preciso. Esencialmente designa macroformas que se distinguen de aquellas planctónicas o bentónicas, por lo tanto incluye musgos, hepáticas, macroalgas y plantas vasculares. (Mazzeo 2006).
Diversos autores han dado sus definiciones sobre plantas acuáticas e hidrófitas a lo largo de la historia, estas son algunas de ellas:

Raunkiaer (1934) denomina hidrófitas a todas aquellas plantas cuyas partes vegetativas se encuentran sumergidas o flotando en la superficie del agua, no emergen al aire, y sobreviven la estación desfavorable por yemas sumergidas
unidas o no a la planta parental.
Iversen en 1936 introdujo el término limnófito, esto supone que las plantas de agua dulce son diferentes de aquellas de agua salobre o salada. Este término desafortunado no es utilizado en la actualidad. Este autor introdujo el término anfifitas o anfibias para designar a aquellas especies que normalmente poseen hojas aéreas y acuáticas, y que pueden desarrollar formas completamente acuáticas.
Den Hartog & Segal en 1964 definieron hidrófitas como plantas que completan su ciclo vegetativo cuando todas las partes vegetativas están sumergidas o sostenidas por el agua (hojas flotantes), o habitualmente se encuentran sumergidas pero se induce la reproducción sexual cuando sus partes vegetativas se secan debido a la emersión.
Weaver& Clements (botánicos americanos) en 1938 consideraron hidrófitas a todas aquellas plantas que viven en el agua, en suelo cubierto de agua o en suelo saturado de agua. Este concepto fue incorporado posteriormente por Sculthorpe (1967)



Plantas Hidrófitas

“Las plantas acuáticas, también denominadas macrófitos acuáticos, limnófitos y cormófitos acuáticos, pueden presentar diferentes formas de crecimiento y separarse en los siguientes grupos: hidrófitas, las que a su vez pueden ser errantes y radicantes. Las primeras flotan libremente en la superficie o a media agua. Las segundas están arraigadas al fondo del cuerpo de agua, y a su vez pueden dividirse en sumergidas, natantes y emergentes. Las sumergidas permanecen con todo su cuerpo vegetativo al interior del agua, sobresaliendo sólo sus flores en la época reproductiva; las natantes, en cambio, poseen hojas que flotan en la superficie del agua, y las radicantes emergentes se caracterizan por presentar una parte de su tallo bajo el agua y la mayor parte de él, la que lleva las hojas y flores, en el aire. A este último grupo se les llama también helófitas, plantas palustres o paludícolas” (Hauenstein 2006).

Adaptaciones morfológicas de las hidrófitas

Adaptaciones morfológicas en la vegetación arbórea: Las especies de árboles y arbustos de este tipo de ambientes presentan una modificación del tallo que consiste en un notable engrosamiento de su parte basal. Esta modificación no responde a la ocurrencia de aerénquima sino a un leño menos denso con células más largas. Asimismo varias especies cuentan con secciones basales muy irregulares y divididas que facilitan la fijación en sustratos poco estables.

Adaptaciones morfológicas de la vegetación emergente: Los órganos aéreos de las plantas acuáticas no presentan grandes diferencias con los órganos equivalentes de las plantas terrestres, sin embargo presentan algunas adaptaciones particulares al medio acuático. Durante parte de su ciclo de vida estas especies pasan un período sumergidas en el cual no está sujeta a la pérdida de agua por transpiración, y se encuentran en un medio con déficit de oxígeno. Estas nuevas hojas y tallos producidos bajo el agua difiere en estructura en relación a los típicos órganos aéreos, pero estas diferencias son cuantitativas más que cualitativas. En estas circunstancias, se reduce el espesor de la hoja al igual que la frecuencia de estomas y la extensión de la cutícula, la forma de la hoja se altera y el volumen del mesófilo esponjoso se incrementa sustancialmente. Asimismo, desarrollan tejidos secundarios de almacenaje de aire, denominado aerénquima. Durante la fase del desarrollo bajo el agua, estas especies deben ser capaces de respirar anaeróbicamente, son capaces de tolerar la anaerobiosis por un período limitado de tiempo, suficiente para emerger fuera de la superficie del agua. Un vez que el follaje alcanzó la superficie, comienza el intercambio gaseoso entre la atmósfera y los tejidos internos. El extenso sistema de espacios de aire, junto con los espacios intercelulares del mesófilo en empalizada, facilita el intercambio gaseoso entre las células fotosintéticas y la atmósfera. La disminución de la lignificación esta asociado al sostén del agua en la fase de inmersión.
Adaptaciones de la vegetación flotante fija: Las hojas flotantes presentan una forma y estructura muy conservativa. El efecto de hundimiento por la acción de olas y la lluvia, al igual que la roturas provocado por estos agentes, favoreció el desarrollo de hojas peltadas de forma circular, con margen entero, una superficie repelente al agua y con grandes pecíolos. Esta forma ideal tiene

marcadas deficiencias mecánicas y por esta razón este tipo de hojas no sobreviven en aguas que no sean calmas y protegidas por el viento. El dióxido de carbono y el oxígeno son absorbidos a través de las estomas ubicadas en la epidermis superior. A pesar de la notoria cutícula y cera, estas plantas presentan una transpiración apreciable. El mesófilo se encuentra diferenciado en un tejido superior en empalizada fotosintético y una parte inferior con extensas lagunas. La parte inferior se encuentra limitada por una epidermis en la cual se observan ocasionalmente algunas estomas. Masas localizadas de tejido esponjoso facilitan la flotación y la resistencia esta brindada por el esqueleto formado por elementos vasculares (venas) en conjunto con células del colénquima o esclerénquima. La rápida elongación del pecíolo es una característica muy notoria, la cual permite no sólo adecuarse a las fluctuaciones de nivel de agua, sino también acomodar la lámina en compartimentos densos de plantas. En estas condiciones se ha observado la formación de hojas emergentes. Algunas de estos pecíolos pueden alcanzar dos o tres metros de longitud.
Adaptaciones de la vegetación sumergida: Las hidrófitas sumergidas conforman un grupo homogéneo ya que los órganos vegetativos permanecen de forma continua debajo del agua y presentan un serie de adaptaciones a este ambiente. Los tallos, pecíolos y hojas contiene una pequeña cantidad de lignina en los tejidos vasculares, y el esclerénquima y colénquima generalmente están ausentes. Otras adaptaciones al medio acuático lo constituye la cutícula delgada, el reducido espesor de las hojas, y la presencia de cloroplastos en la epidermis. El aprieto por conseguir un propicio suministro de oxígeno, es facilitado por la permeabilidad de la fina cutícula y epidermis. El transporte de gases se realiza en toda la superficie de la planta. Los nutrientes minerales son absorbidos principalmente por las raíces al igual que en las plantas terrestres. La mayoría de las hidrófitas sumergidas presentan dos tipos principales de hábito de crecimiento, un eje abreviado con un conjunto de hojas radicales en roseta, o un tallo flexible con raíces y hojas que se distribuyen entre los nudos.
Reproducción sexual y vegetativa en las plantas acuáticas.
“En su fase reproductiva las hidrófitas presentan las mayores semejanzas con sus ancestros terrestres. Mientras los órganos vegetativos presentan grandes modificaciones en forma y anatomía, los órganos reproductivos son similares en estructura y organización microscópica.Las flores de la mayoría de las angiospermas están adaptadas a la vida aérea, en el cual los insectos y el viento son los principales agentes polinizantes. La gran adaptación al medio acuático fue la formación de flores hidrófilas. La formación de flores aéreas en la mayoría de las angiospermas involucra algunos problemas mecánicos, como elevar la estructura reproductiva por encima de la superficie del agua y evitar el hundimiento por las olas.El abandono de la entomofilia a favor de la anemofilia, con la concomitante reducción y especialización foliar, ocurrió durante la evolución de las monocotiledóneas independientemente de su adaptación al medio acuático. En otros casos como la reducción de las estructuras florales de las dicotiledóneas y la monocotiledóneas, la reducción floral está acompañada por una especialización vegetativa. La cleistogamia ha sido interpretada como una evasión al problema de elevar las flores por encima de la superficie del agua. La yema floral permanece sumergida y nunca se abre, por lo tanto ocurre

la autofertilización. Por último, la transición a la hidrofilia fue acompañada por una tendencia desde flores actinomórficas hermafroditas a flores dioicas zigomórficas. El movimiento del eje floral luego de la fertilización es similar

dentro de las hidrófilas aunque no está asociado al hábito acuático. En la mayoría de las especies el pedúnculo se curva hacia abajo y el desarrollo del fruto tiene lugar en el sedimento. Como resultado de la reducción del gineceo, la mayoría de las plantas acuáticas producen frutos indehiscentes con una sola semilla. La mayoría de las semillas presenta una prolongada dormancia, facilitando una distribución mayor alejado del o los individuos parentales. Los principales agentes de dispersión son el agua, viento, animales y el propio hombre. El agua tiene especial importancia en la diseminación de las plantas emergentes que presentan frutos y semillas flotantes”.( Mazzeo 2006)

Clasificación de las hidrófitas según sus formas de vida
Las plantas hidrófitas se clasifican según sus formas de vida, la mayoría de los autores coinciden con los sistemas de clasificación de Sculthorpe (1967) y Cook (1990) esta divide las hidrófitas en tres grandes grupos:

1.-Hidrófitas emergentes.

Ocurren en suelos sumergidos o expuestos donde el nivel de la napa freática se encuentran a 50cm o más de la superficie del suelo. En caso de estar cubierto, la columna de agua puede superar 1.50 m. En general son plantas
rizomatosas, y las hojas sumergidas o flotantes preceden a la aéreas maduras. Todas cuentan con órganos reproductivos externos.
Ejemplos: Eleocharis, Ludwigia, Phragmites, Schoenoplectus, Typha, Zizaniopsis. ( Mazzeo 2006).



2.- Hidrófitas de hojas flotantes.

Habitan suelos sumergidos en donde la profundidad de la columna de agua alcanza desde los 25 cm hasta los 3.5 m. En las especies con heterofilia, las hojas sumergidas preceden o acompañan las hojas flotantes. Algunas especies cuando la densidad es muy alta forman hojas emergentes. poseen Órganos reproductivos flotantes o aéreos Rizomatosos. Las hojas flotantes se disponen en largos pecíolos flexibles.
Ejemplos: Nuphar, Nymphaea.
Estoloníferas, Tallos ascendentes en la columna de agua que producen hojas
flotantes sobre pecíolos relativamente cortos.
Ejemplos: Potamogeton natans y Nymphoides.

3.- Hidrófitas sumergidas

Habitan suelos sumergidos en donde la profundidad de la columna de agua puede alcanzar hasta los 10 o 11 m. Follaje enteramente sumergido con hojas filiformes, fenestradas o finamente divididas. Órganos reproductivos aéreos,


flotantes o sumergidos. Caulescentes. Tallos flexibles con raíces que nacen de algunos de sus nudos. Con o sin rizomas.
Ejemplos: Elodea, Egeria, Hydrilla, Potamogeton.
Roseta. Hojas que nacen de un tallo condensado o rizoma, frecuentemente
especies estoloníferas.
Ejemplos: Aponogeton, Isoetes y Vallisneria.
Taloide. Cuerpo de la planta extremadamente reducido y condensado, sin
diferenciación clara entre tallo y hoja.
Ejemplos: Podostemaceae.


B. Flotantes libres. Ocurren en lugares con escaso movimiento de la columna de agua. Morfología variables, plantas estoloníferas con hojas aéras o flotantes (Eichhornia crassipes, Limnobium, Pistia) o plantas pequeñas con una extrema simplificación de su anatomía (Lemna, Spirodela, Wolffia). (Mazzaeo )

Importancia biológica de las hidrófitas

Las plantas acuáticas presentan un papel muy importante en la estructura y funcionamiento de los lagos someros, y constituyen, por tanto,
un elemento clave en el diseño de estrategias de conservación y rehabilitación de estos ambientes. Para algunas formas de vida, como las plantas sumergidas, se conoce ampliamente su influencia en las propiedades fisico-químicas del agua o en la estructura de otras comunidades bióticas, particularmente en regiones templadas, “su presencia en una diversidad de hábitat es fundamental en el equilibrio y desarrollo de la vida acuática, en principio, los productores primarios de ecosistema, iniciando las cadenas alimenticias en las que intervienen numerosos micro y macroorganismos. Las agrupaciones de las hidrófilas en distintas comunidades constituyen la vegwetación acuatica y sub acujaticas de la region. Su presencia, covertura y estructura constituye el paisaje ecológico de los llamados genéricamente
humedales y su salud permite la conservación de los ecosistema acuaticos en su conjunto” (Lot, 2004).

Algunas funciones de las hidrófitas pueden ser argumentadas en dos grandes tipos.

1. Hidrodinámico

a) Por la relacion e influencia en la captura, estabilización y formación de sedimentos
b) Intervienen en el movimiento y reserva del agua.


c) Intervienen en la dinamica (intercambio de nutrientes) de una buena parte de los elementos abióticos que circulan y se depositan en el fondo de los ambientes acuaticos, influyendo los mantos freáticos.
d) Son filtradoras de impurezas de agua

2. biológico

a) Las formas y tamaños de las plantas y en general la estructura de la vegetación proveen de refugio a la gran mayoria de la fauna acuatica, ya sea en sus estados larvario o adulto
b) Igualmente crea y favorecen lugares de anidacion y para la reducción de numerosas invertebrados y vertebrados acuaticos, pero tambien benefician a organismos anfibios y terrestres, incluyendo especialmente a las aves.
c) Particularmente las hojas constituyen un sustrato para las especies epicotes, que pueden ser otras plantas como las algas o diversos microorganismos y animales
d) Son un alimento directo de herbívoros y omnívoros y, a traves de la materia organica que forman al morir, son generadores de energia en forma de detritus para los microorganismos
e) Son los productores primarios, en conjunto con las macroalgas y el Fitoplacton.

Distribución de las hidrófitas
“En general, muchas de las plantas acuáticas presentan un amplio rango de distribución mundial, considerándose por lo mismo cosmopolitas”. (Hauenstein 2006)
Potamogetonaceae

Familia de distribución cosmopolita, preferentemente especies en el mundo, pero es evidente la necesidad de un nuevo replanteamiento de su sistemática, considerando la confusa segregación de géneros y el numero alto de híbridos reconocidos. Algunos autores incluyen en la familia al genero Ruppia.

Ruppiacaceae

Familia cosmopolita, monogenérica con cerca de 10 especies. Para México se reconocen dos especies. La mas abundante y común en lagos y pantanos salobres continentales y lagunas costeras es Ruppia marítima, que se distribuye latitudinalmente desde el nivel del mar hasta los 2400 m; en algunas lagunas es tan abundante que constituye una comunidad sumergida, dominante y muy importante como zona de refugio, anidación y alimentación de una gran diversidad de organismos, entre los que destacan las aves acuáticas, las cuales, a su vez, intervienen activamente en su dispersión.


Typhaceae

Familia monogenérica distribuida en America, Eurasia y África con 10 especies. Hay especies de amplia distribución, nombradas genéricamente como tule (antiguamente conocidas como espadaña); localmente reciben diferentes nombres como enea en Campeche y chuspata en Michoacán (García-Mendoza, 2004)

Pontederiaceae

En el mundo se reconocen nueve géneros o seis y cerca de 34 especies de distribución pantropical, aunque fundamentalmente son de distribución americana.
México tiene tres géneros y 15 especies, con una participación cercana a la de otras regiones con mayor diversidad, como la Amazonía brasileña y la provincia centroamericana.

Lemnaceae

Familia cosmopolita con su centro de origen y diversificación en Suramérica, representada por cuatro géneros y 34 especies. Algunas especies han sufrido cambios nomenclaturales frecuentes, creando confusión en la asignación de nombres y en la determinación taxonómica.

Limnocharitaceae

Familia de regiones tropicales y subtropicales del viejo y nuevo mundo con tres géneros y 12 especies. En México se encuentran dos géneros y tres especies.}

Najadaceae

Familia monogenérica con 40 especies de distribución cosmopolita. Algunas especies invaden ambientes salobres, y en general, el hombre puede favorecer su crecimiento al modificar cuerpos de agua naturales y llegar a convertirse en malezas sumergidas muy difíciles de controlar. Es importante señalar que a partir de una serie de estudios sobre la estructura de la cubierta de las semillas y el orden molecular, existe la tendencia de incluir al género Najas en la familia Hydrocharitaceae. (García-Mendoza, 2004)

Plantas hidrófitas en Chile

Las plantas acuáticas chilenas como grupo importante en la flora nativa, comenzaron a estudiarse en la década de 1970 en el laboratorio de geobotánica de la Universidad Austral de Chile. (Carlos Ramírez & Cristina San Martín, 2008). Así mismo,”Las macrófitas vasculares acuáticas en Chile se encuentran representadas por un total de 455 especies, distribuidas en 15 Pteridophyta (3,3%), 3 Gymnospermae (Pinophyta) (0,7%), 253 Dicotyledoneae (Magnoliopsida) (55,6%) y 184 Monocotyledoneae (Liliopsida) (40,4%). De éstas, 62 corresponden a hidrófitos típicos y el resto, 395 taxa, a helófitas y anfibias. Asimismo, los pteridófitos están representados por 8 familias y 9 géneros, las gimnospermas por 2 familias y 3 géneros, las dicotiledóneas por 55 familias y 125 géneros, y las monocotiledóneas por 19 familias y 64 géneros. Las familias con mayor número de especies son: Poaceae con 60, Cyperaceae con 54, Asteraceae con 30, Ranunculaceae con 28 y Juncaceae con 25. Al comparar el total de taxa acuáticos con el total de Chile continental, que de acuerdo a Marticorena (1992) comprenden 5.208 especies, éstos representan el 8,7%. Si hacemos esta misma relación, pero considerando sólo a los hidrófitos, ellos representan sólo el 1,2 % de la flora continental chilena. Esta relación es similar a la que se da a nivel mundial, que también es algo superior al 1%. ( Aunstein 2006).
Sólo cuatro especies de hidrófitos se presentan a lo largo de todo el país: Potamogeton berteroanus, Zannichellia palustris, Myriophyllum quitense y Azolla filiculoides. Las tres primeras son sumergidas arraigadas y pueden crecer en aguas salobres. La última es una especie de helecho flotante libre en superficie, que crece de preferencia en aguas lénticas eutroficadas. Con amplia distribución tenemos además a Potamogeton pectinatus, P. strictus, Ruppia fi lifolia, Isete, Lilaeopsis macloviana, Myriophyllum aquaticum y Lemna gibba. Prospectadas en un solo lugar en Chile fi guran: Potamogeton eniacoensis, P. gayi, P. obtusifolius y Aponogeton distachyon (Ramírez et al. 1986).
Distribución de hidrofitas en Chile

Extremo norte del país

Sólo en el altiplano, se presentan lagos, lagunas y bofedales como lugares de vida para macrófitos. Estos cuerpos acuáticos se alimentan del agua de la lluvia del invierno boliviano, la que retienen debido a su escaso drenaje. En torno a estos cuerpos de agua se desarrolla la vida del altiplano y por ello reciben un importante aporte de nutrientes y materia orgánica proveniente
de residuos domésticos. “En el espejo de agua de estas lagunas (cotas) crecen hidrófitos flotantes libres como la flor del pato y las lentejas de agua, que cubren toda la superficie. Además, como especies sumergidas arraigadas prosperan el huiro rojo, un pasto pinito y un luchecillo nativo. En torno a estas lagunas hay una zona de mayor humedad edáfica, cubierta por plantas palustres que crecen formando cojines, como las llaretas Oxychloe andina y Patosia clandestina. En arroyuelos que cruzan estos bofedales se pueden encontrar berros que, aunque comestibles, son indicadores de contaminación orgánica. Un helófi to importante en las lagunas altiplánicas es la totora (Scirpus californicus) con la cual se han construido y mantenido las culturas indígenas entre California y Tierra del Fuego. Esta planta les sirve como material de construcción de islotes, vivienda y embarcaciones y su rizoma, que crece enterrado en el fango, es comestible” (Ramírez & San Martín 2008).


En la zona del desierto

Donde no hay escurrimiento de agua, sólo es posible encontrar hábitat para macrófitos en pequeñas lagunas y arroyuelos de los salares ubicados en la alta cordillera. Debido al contenido en sales de estos cuerpos de agua, sólo pueden ser colonizados por halófitos, plantas tolerantes a la salinidad. Importantes son las especies Ruppia fi lifolia y Zannichellia palustris (pelos de marisma), que crecen sumergidas, en lugares con algo de corriente. En los biotopos más secos se encuentra el cachiyuyo, Distichlis spicata.
En el desierto chileno de Atacama, es importante mencionar la presencia del río Loa, cuyos pequeños valles dan lugar a la formación de oasis, donde abundan los helófitosy algunas hidrófitos con carácter de halófitos. Entre estos últimos figuran el género Ruppia y Z. palustris. Plantas palustres abundantes son la totora, el vatro (Typha angustifolia) y algunas cortaderas. Estos oasis son lugares cultivados desde épocas anteriores a la Conquista, por lo tanto, su vegetación está afectada por la acción humana (Ramírez & San Martín 2008).



Del Norte Chico al sur

En el Norte Chico, sus ríos correntosos y pedregosos no permiten la sobrevivencia de plantas acuáticas. En sus riberas esposible encontrar un matorral donde abundan especies de helófitos leñosos, como el sauce amargo (Salix humboldtiana) y la brea (Pluchea absinthioides), acompañados por la
limpiaplata, una hierba de gran tamaño.
Lagunas salobres, que suelenestar bastante eutroficadas, se conocen con el nombre de albuferas y en ellas se encuentran huiros, un luchecillo nativo(Elodea potamogeton) y Z. palustris. Sobre el agua flotan libremente algunas lentejas de agua y la hierba guatona (Ramírez & San Martín 2008).



En Chile central

Se encuentra una gran cantidad y variedad de cuerpos de agua dulce, entre ellos albuferas, arroyos, embalses, canales de regadío, arroyuelos y lagunas efímeras primaverales. Por la anterior, la mayor diversidad de plantas acuáticas y palustres de Chile se encuentra en esta zona, especialmente en la V Región. En arroyos, arroyuelos y canales de regadío abundan el huiro rojo y el luchecillo chileno, que suele transformarse en una plaga. Un importante número de estas plantas acuáticas y palustres se transforman en malezas perjudiciales en los cultivos de arroz, que deben permanecer inundados; entre ellas, el hualcacho, la hualtata y el té de burro (San Martín et al. 1983).
En el litoral de esta región abundan albuferas salobres pequeñas, como la laguna el Peral (Ramírez et al.1987) o de mayor superfi cie como el lago Vichuquén (Ramírez et al.2004).

En la regiones de La Araucanía y de Los Lagos (zona centro-Sur)

También abundan los cuerpos acuáticos, ríos, arroyos, arroyuelos, lagos, lagunas, albuferas, etc. Pero la diversidad de macrófitos es menor, seguramente debido a la menor temperatura que restringe el desarrollo de las formas natantes y flotantes libres. En este caso, entre los hidrófitos abundan las especies de huiro, pasto pinito y luchecillos sumergidos y arraigados al sustrato. Prosperan huiros, luchecillos y la hierba del pato, principalmente. En la región de Chol-Chol aparecen microlagunas primaverales, que también sirven de refugio a especies nativas como Navarretia involucrata y Nierembergia repens (Ramírez et al. 1994).
En arroyos y arroyuelos aparecen especies de aguas limpias y corrientes, como Mimulus cupreus y Verónica anagallis-aquatica.
En los pantanos ribereños abundan hierbas higrófi las tales como Anagallis alternifolia, la orquídea Habenaria paucifolia y la margarita del pantano (Aster vahlii). Junto a ellos también se pueden desarrollar amplios totorales, dependiendo de la edimentación de la orilla por erosión
(Ramírez & San Martín 2008).


En Chile austral

Disminuye el número de especies de la flora hidrófila; sin embargo, estas pocas especies crecen en poblaciones de alta cobertura. Muy importante son Potamogeton stenostachys y M. quitense. La primera presenta hojas natantes en primavera y la segunda, hojas aéreas cuando fl orece.
En los pantanos abundan totora y junquillos. También destaca la especie introducida desde Europa, el pinito de agua (Hippuris vulgaris), en lagunas.
Al considerar los humedales turbosos, tanto pulvinados como esfagnosos, la cantidad de helófi tos chilenos se incrementa en forma considerable (San Martín et al. 2004).


Usos de las hidrófitas

El ser humano le ha dado distintos usos a las hidrófitas entre ellos se pueden encontrar los siguientes:

a) ya los antiguos aztecas destacaban las cualidades alimenticias de las plantas acuáticas y en el año 1998 en el XXVI congreso interamericano de ingeniería sanitaria y ambiental realizado en Lima, Perú. Se planteo la idea de utilizar plantas acuáticas vasculares como fuente de proteínas para consumo humano, tomando como consideración y fundamento la escasez de alimentos en el mundo, asociado al crecimiento demográfico, principalmente en los países en desarrollo, y la consiguiente necesidad de buscar fuentes no típicas de proteínas ( como la carne) con el objeto de utilizarlas como alimentos. Además diversos estudios realizados en anteriores ocasiones arrojaban resultados sobre la calidad nutritiva de las macrófitas acuáticas.


b) Se utilizan las hidrófitas como sistemas fitodepuradores en el tratamiento de aguas residuales o efluentes industriales a nivel mundial.
c) También se utilizan como bioindicadores en el monitoreo de la contaminación con metales
d) Además son utilizados ampliamente en granjas como forraje para animales y ración en acuicultura.
e) En Nicaragua los artesanos locales identifican y utilizan hidrofitas
enraizadas emergentes para la fabricación de pasta para papel.
f) Debido a la alta toxicidad de algunas variedades, también son utilizadas como agentes abortivos
g) En el altiplano era utilizado para fabricar embarcaciones, esculturas y chozas.


Bibliografía


García-Mendoza A, Ordóñez M, Briones-Salas M, 2004; “Biodiversidad de Oaxaca”; Publicado por UNAM; pp 241-242
Hauenstein, Visión sinóptica de los macrófitos dulceacuícolas de Chile, Gayana 70(1): 16-23, 2006
Lot A, Novelo A, Esparza E, 2004 , “Iconografía y estudio de plantas acuáticas de la Ciudad de México y sus alrededores” Publicado por UNAM,

Mazzeo, ecología vegetal y acuática ,2006.
http://hydrobio.fcien.edu.uy/cursos%20nestor/curso_vegetal_acuat_archivos/CLASE2.pdf

Meerhoff & Mazzeo, Importancia de las plantas flotantes libres de gran porte en la conservación y rehabilitación de lagos someros de Sudamérica. Ecosistemas 13 (2): 13-22. Mayo 2004,http://www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=7

Ramirez Y San Martin, 2008 , Diversidad de especies flora acuática
Conamahttp://www.conama.cl/biodiversidad/1308/articles-45206_recurso_4.pdf

Rueda H, Masaya 2004, Caracterización de cinco especies Hidrófitas Enraizadas Emergentes, del Humedal de Tisma,.

Vásquez, 1998. “Plantas acuáticas vasculares como fuente de proteínas para consumo humano”, Hidrocentro (Venezuela).